La primera esmeralda del caos.

Al día siguiente se levantaron todos los chicos con intención de ir a buscar la esmeralda del caos.
- ¿Por donde empezamos a buscar?
- No lo sé, podemos usar el rastreador de esmeraldas que cree cuando estábamos en nuestro planeta.
- Buena idea Tails.
- Sí, empecemos a buscar.
- Amy, ¿vienes con nosotros?
- No chicos, voy a quedarme cuidando de Cream, parece que todavía no se ha recuperado.
- Yo me quedo contigo.
- Vale, Knuckles, buena suerte chicos.
- Gracias Amy.
- Knuckles, quédate con este reloj receptor, por si necesitáis algo.
- Vale.
Después de eso nos separamos en dos grupos, uno formado por Knuckles, Cream y Cheese, y yo, y otro formado por Sonic, Silver, Blaze y Tails.
- Gracias por quedaros y cuidar de mí, lo siento mucho, seguro que queríais ir a buscar la esmeralda con el señor Sonic y los demás. – dijo Cream mientras yo entraba en su habitación.
- No te preocupes, no hay nada que me guste más que ayudar – dije esbozando una sonrisa – Bueno, ¿qué tal está tu amigo?, todavía duerme…
- Sí, je, je… Es un poco dormilón… Pero está bien, por suerte no se ha hecho ninguna herida ni se ha roto nada.
- Eso es una buena noticia.
Entonces entró Knuckles en la habitación.
- ¿Qué tal estás Cream?, ¿te duele menos?
- Sí, ya estoy mejor, gracias por preocuparte, Knuckles, la verdad es que todavía me duele un poco.
- Bueno, pues en esos casos lo mejor es descansar, duerme un ratito mientras Amy y yo te preparamos el desayuno.
- Vale, gracias por todo, sois muy amables.
- No te preocupes, en cuanto traiga el desayuno te traigo unas vendas para las heridas que tienes en el brazo, en un momento regresamos.
- Vale.
En ese momento, Knuckles y yo bajamos y nos fuimos a la cocina a buscar el desayuno.
- Oye… Tengo curiosidad… ¿Cómo es vuestro planeta?... ¿Es parecido a este?
- No mucho… En nuestro planeta hay mucha más vegetación que aquí.
- Sí, bueno… Este planeta está bastante industrializado y contaminado… La verdad, muchas veces me gustaría ir a algún sitio que no estuviera tan contaminado… Pero no todo el planeta es así, hay muchos lugares bonitos en este planeta, si queréis un día os llevo a alguno de esos lugares.
- Estaría bien…
- Otra pregunta… ¿Qué hay entre Cream y tú?
En ese momento la cara de Knuckles se puso muchísimo más roja de lo que es.
- ¿A-a… A qué te refieres?
- No sé… ¿Sois hermanos o primos o algo así?
- P-pues no… Sólo la protejo porque fue la primera persona con la que me encontré en mi planeta que me ofreció su ayuda en un momento en el que yo estaba muy mal…
- No quiero parecer atrevida, pero…
- Sí, te lo contaré… En mi planeta soy el protector de la Master Emerald, que es una esmeralda gigante con un gran poder del que Eggman se quiere aprovechar. Un día, Eggman me tendió una emboscada y me dejó inconsciente y se llevó la Master Emerald y yo no pude hacer nada para evitárselo. Entonces, cuando yo estaba inconsciente, apareció Cream, me llevó a su casa y me cuidó hasta que conseguí fuerzas de nuevo, en cuanto ella me encontró, le pidió ayuda a Sonic y gracias a ella, conocí a Sonic y Tails, que me ayudaron a recuperar la Master Emerald, de no haber sido por ella, Eggman habría destruido nuestro planeta.
- Vaya… Cream es una buena chica… Ahora entiendo porqué la cuidas y proteges tanto.
- Aparte, después de recuperar la Master Emerald, mi abuela, Katie the echidna, con su último aliento me hizo jurar que cuidaría de ella por el resto de mi vida… Y no puedo quebrantar mi juramento, ella era mi única familia.
- Oh… Ya veo… Lo siento mucho…
- Gracias.
Entonces cogimos el desayuno y lo subimos al cuarto de Cream, cuando, al tocar yo la cabeza de Cream para ver si tenía fiebre pasó algo muy extraño: cuando le toqué la frente a Cream salió de mis manos una luz muy fuerte y las heridas de Cream se curaron rápidamente, al ver esto Knuckles y yo nos quedamos atónitos.
- ¿Qué ha pasado? – dije apartando mis manos de Cream
- Cream… ¿Qué ha pasado con tus heridas?
- No lo sé… Pero me siento genial.
Cream se bajó de la cama y empezó a caminar.
- Vale… Eso ha sido raro.
Entonces Knuckles cogió la bandeja.
- Cream, ahora que estás mejor, vamos al comedor a desayunar.
- Sí.
Mientras bajábamos al comedor yo le estaba dando vueltas a eso, no entendía que podía haber pasado. Desayunamos y nos fuimos a dar una vuelta para enseñarles a mis nuevos amigos un poco la ciudad. Estábamos sentados en un banco cuando recibimos la llamada de Sonic y los demás.
- Knuckles, hemos encontrado la esmeralda, volvemos a casa.
- Bien, nosotros estamos de camino.
Cuando llegamos a casa todos fijaron la mirada en Cream.
- Cream… ¿Dónde está tu escayola?
- Sí, ¿Y cómo es que puedes caminar?
- ¿Y tus heridas?
- Calmaos, ahora os lo explicaré a todos.
Entonces todos nos sentamos en los sofás del salón.
- Amy, puede que te cueste creer lo que te voy a decir, pero… Creo que eres de nuestro planeta, por eso curaste a Cream.
- Amy, Knuckles tiene razón… De hecho, en realidad tú no eres así.
- ¿Qué? ¿Y por qué no me lo has dicho antes?
- Porque quería protegerte, si te lo hubiera dicho antes, habrías intentado ir a ese planeta y te podría haber pasado algo.
- Entonces… Me has ocultado quien soy en realidad, ¿no merezco conocer mi verdadero yo? ¿Es eso?
- No, yo…
- Mira papá, no tengo ganas de discutir, y menos delante de ellos… – le dije interrumpiéndole – Ya hablaremos luego – entonces me fui sin darle tiempo a decir nada más.
Sonic me siguió para calmarme.
- Amy… Espera… Amy… - en ese momento corrió y se puso delante de mí para detenerme – Amy, no le hables así a tu padre, él sólo te quiere proteger, es verdad que a lo mejor te tendría que haber dicho eso antes, pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse, no le juzgues…
- Sonic, eres muy amable por preocuparte, pero ahora mismo no tengo ganas de hablar con nadie.
- Pero…
- ¡CON NADIE!
Entonces me encerré en mi cuarto a pensar y me quedé dormida.


Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario