Encuentros inesperados.

- *Toc, toc, toc* Amy, despierta, ven a desayunar – dijo mi padre tocando la puerta.
- Ya voy.
- ¿Estás bien? Siento mucho lo de ayer, pero, entiéndeme, lo hice para protegerte.
- Está bien papá – dije saliendo por la puerta – no te preocupes.
- Amy, eres lo único que tengo, desde que tu madre se fue y nos dejó solos, yo… No me gustaría perderte como la perdí a ella.
- Papá, nunca me vas a perder, yo no soy como ella.
- Sabes… Todavía la quiero, aunque se halla ido con ese policía.
- Lo sé papá. Anda… No te tortures más… Vamos a desayunar.
- Sí.
Entonces bajamos al salón donde estaban Sonic y sus amigos desayunando.
- ¡Hey, Amy! ¿Qué tal has dormido?
- Bien, gracias por preocuparte.
Desayunamos y hablamos un buen rato, después fuimos a dar una vuelta y les enseñé un poco la zona.
- Mirad, este es mi sitio favorito – dije apartando una cortina de ramas y maleza – está un poco escondido, pero hay un ambiente especial aquí, hay mucha paz y tranquilidad.
- Sí que la hay.
- Chaooo…
- Hmm…
- ¿Tú también lo sientes, Silver?
- Aquí hay algo extraño.
- Sí, noto una presencia extraña…
Entonces de entre los árboles salió una chica que parecía brillar.


- Este es el lugar de partida a vuestro planeta, cuando llegue el momento tendréis que venir aquí para el viaje de vuelta a vuestra tierra natal.
- ¿Eres Caos, el alma de la Master Emerald?
- Sí, suponía que su guardián me reconocería. Eres bueno Knuckles, pero, prepárate para recibir una noticia que te impactará. Y Amy, llegado el momento tendrás que tomar una importante decisión, piensa bien en el camino que vas a seguir. He de irme, no debo dejar que nadie me descubra en este planeta.
Después de eso Caos se fue y desapareció entre los árboles, yo me quedé petrificada.
- Hum… Si Caos está aquí, eso significa que la Master Emerald debe de estar por aquí…
- Oh… Vaya… Acabamos de hablar con Caos… ¿No es impresionante?
- Chuuuu…
- Sí, sí que lo es…
- Knuckles, ¿Podrías explicarme que acaba de pasar? – dije con la mirada perdida entre los árboles.
- Caos es la creadora de todo lo que hay en nuestro planeta, de toda la naturaleza, es el alma de la Master Emerald, de la cual yo soy el guardián y puede controlar las esmeraldas del caos.
- Vale, si no os importa, me gustaría salir de aquí.
- De acuerdo.
- Volvamos a casa, nos hemos alejado mucho de la ciudad.
- Buena idea, vamos.
Volviendo a casa, ya cerca de la ciudad, vimos acercarse un robot gigante que iba destruyendo todo a su paso.
- Oh… No me puedo creer que ese cabeza de huevo esté aquí…
- Bueno, ¡Empieza la fiesta!
- Amy, quédate aquí con Cream y Cheese, vamos a bajarle los humos a ese pesado.
- Sí, sí, no hay problema – dije aturdida por lo ocurrido en el sitio donde estuvimos.
Después de una larga lucha contra el robot de Eggman, parecía que habían vencido a ese robot y seguimos adelante pasando al lado del aparentemente derrotado robot, pero resultó ser que el robot todavía funcionaba.
- ¡Atrapa a esa chica que está con ellos!
No nos dio tiempo a movernos y el robot ya me tenía en su gigantesca mano.
- ¡Amy!
- ¡AMY! ¡Aguanta, vamos a salvarte!
- Oh, no… Pobre Amy…
- Chao chao…
- Suéltame robot estúpido ¡¡¡AAAAHHH!!! – en ese momento el robot me dio una descarga eléctrica y me apretó de modo que me costaba respirar, cuando estaba a punto de desmayarme, sentí algo extraño en mí y me transformé y con mi Piko Piko Hammer partí la mano del robot y me liberé.
- OH… DIOS… MÍO… ¿QUÉ DIABLOS ACABA DE PASAR? ¿QUÉ HE HECHO? Y… ¿CÓMO LO HE HECHO? Ay, mi madre… Estoy muy confusa… ¿Qué he hecho? ¿QUÉ HE HECHO? Ay, ay, ay, ay… Tengo miedo… AAAHHH… - dije llevándome las manos a la cara.
- A-Amy… ¿T-te encuentras bien?
- Eh… No lo sé…
- Amy… Creo que esto es de lo que hablaba tu padre… Y lo que yo te dije… Eres como nosotros…
- Por favor… Volvamos a casa…
- Sí… Buena idea…
De camino a casa nos encontramos con alguien inesperado.
- Oh… Knuckles, te estaba buscando, cariño.
- No me llames cariño.
- Como quieras, en fin, chicos, ¿tenéis idea de donde estamos?
- Mas o menos.
- Estamos en un planeta paralelo al nuestro en el que conocimos a Amy.
- Ella nos hospeda en su casa hasta que podamos volver a nuestro planeta.
- Aham… ¿Y quién es esa tal Amy?
- Soy yo.
- Espera un momento, si tú vives aquí, ¿por qué eres como nosotros? Por lo que he visto, los que viven aquí son diferentes a nosotros.
- Es una larga historia que hasta a mí me cuesta creer.
- Ah… Bien. Bueno, como no me conoces me voy a presentar, yo soy Rouge the bat.
- Es una cazatesoros.
- Exactamente.
- Bueno, Rouge, ¿vienes con nosotros a la casa de Amy?
- No, tengo otros planes.
- Vale.
- Bueno… Me voy, no me eches de menos cariño.
- YA TE HE DICHO QUE NO ME LLAMES CARIÑO.
- Chao.
- Tranquilízate, Knuckles, nadie diría que es tu novia.
- ¡ROUGE NO ES MI NOVIA!
- Eso… Señor Sonic, deje a Knuckles en paz.
- CHAO CHUU…
- Vale, vale… Solo bromeaba.
- ¿Podemos seguir andando? Se está haciendo de noche, y andar por aquí de noche puede ser peligroso.
- Sí, sigamos.
Entonces, seguimos caminando mientras hablábamos.
- Amy, ¿sabías que Blaze y Silver son del futuro?
- No, no lo sabía. ¿Cómo es el futuro donde vivís, chicos? – pregunté mientras nos giramos hacia ellos.
- !! – Silver y Blaze estaban tomados de la mano y se soltaron rápidamente al ver que nos giramos, nadie se dio cuenta excepto yo.
- Ehm… Bueno… No es muy bonito que digamos, está todo destrozado por culpa de Eggman, encontró una manera de vivir por siempre y sigue intentando conquistar el reino de Blaze.
- Oh… Así que eres reina.
- No, soy princesa. Silver y yo viajamos al pasado para descubrir el secreto de Eggman para seguir vivo, porque consiguió conquistar muchos reinos y el único que le queda por conquistar es el mío.
- Entiendo… Oh…
- ¿Qué pasa Amy?
- Es que… No sé cómo comportarme ante una princesa…
- Como hasta ahora, no me gusta que me traten como a una princesa, trátame como a una amiga.
- Vale. ¡Anda!… ¡Ya hemos llegado!
Entonces entramos en mi casa.
- Papá, ya estamos en casa.
- Vale, yo estoy en mi despacho, tenéis la comida en la mesa ya preparada.
- Vale.
- ¡Amy!
- ¿Sí?
- Recuerda que mañana tienes una firma de discos.
- Va… ¡NO!                                           
- ¿Eh? – Entonces mi padre vino desde su despacho - ¿Qué suce… de…? ¿Qué ha pasado para que te hayas transformado?
- Señor, un enemigo nuestro que se llama Eggman nos ha atacado y entonces se transformó.
- Entiendo… Bueno, suponía que esto pasaría alguna vez, así que sé cómo hacer para que vuelvas a tu yo humano.
- Vale.
- Pero primero tenéis que comer y dormir, la firma de discos no empieza hasta las 18:00, mañana te enseñaré cómo hacer para que vuelvas a transformarte por la mañana, primero tenéis que descansar todos.
- Vale.
- Bueno, pues entonces… ¡A CENAR!

Continuará…

2 comentarios: